"A Ciencia Ciega"

Así como la justicia para ser justa debe ser ciega,  la ciencia debe reconocer su ceguera para ser justa.

"A ciencia cierta" podemos afirmar hoy, con los conocimientos adquiridos, que la ciencia se sabe desconocedora del 96% de lo que ocupa el universo. Utilizar la expresión " a ciencia cierta" puede equivaler hoy a decir " a ciencia ciega"

Las teorías de la ciencia son consecuencia de un acto empírico repetible realizado en las mismas condiciones, sin embargo y a pesar del grado de verificación de todo lo que la ciencia aporta en cualquier experimento, no por ello dejamos de tener que “creer en la ciencia”, y ese “creer” ya resulta un acto de fe.

El barro en el que se asienta la ciencia es tan blando como el de cualquier otra pseudociencia, lo que ocurre que es un barro acotado a nuestros sentidos, en el que cerrándose a universos enteros de información es capaz de dar por bueno una teoría que nos sirve para andar por casa

Para que se entienda mejor lo que digo podemos poner de ejemplo lo que más ha revolucionado a la ciencia en el último siglo, las ondas electromagnéticas, las cuales no existían en el universo científico hasta que alguien demostró que sí.

En este sentido, todo aquél que decide creer en la ciencia, tiene que reconocer que ese “creer” significa cerrar los ojos a un vasto universo que no puede comprender y que decide quedarse con ese pequeño tramo que puede manipular y es accesible a los cinco sentidos.

La psique humana, está siendo todavía investigada por los científicos, psicólogos, psiquiatras, filósofos y sociólogos, pero ésta no es fácilmente accesible a través de las herramientas físicas habituales y por ello el avance es tan lento. Los avances a través de las ciencias físicas quedan por llamarlo de alguna manera “inoperantes” ante la complejidad del pensamiento y los campos mentales.

Por ello el creer en la ciencia de hoy con conocimiento de causa debería significar el saber que existe un universo de postulados que la ciencia nunca se planteará por no ser de naturaleza física y por tanto que deja de lado las bases para nuevos conocimientos.

Creer en la ciencia hoy es saber que hay que vendarse los ojos al universo para creer en una pequeña parte (no por ello despreciable para ese andar por casa).