¿Por qué la justicia es un valor a defender?
Todos formamos parte de algo más grande, unas veces lo sentimos como sociedad, otras
como un sentimiento compartido etc.
La justicia no deja de ser una idea, pero tras ella subyace
algo más profundo, algo que traspasa el raciocinio, ya que la idea de justicia
podría relacionarse con la idea de simbiosis que se da en la naturaleza, que
hace que la conjunción mejore la individualidad.También podría relacionarse con la de compasión, que no deja de ser un pasión compartida.
Cuando algo es injusto se mueve en nuestro interior un
sentimiento que nos conmueve, eso quiere decir que algo que percibimos nos afecta,
ese acto observado penetra en la conciencia humana que conduce a través de nuestro cuerpo como una
sensación, que es a su vez un conjunto de sensaciones repartidas por el
organismo, el corazón late, los músculos se tensan…, todo ello nos está dando
la información física de que eso que hemos percibido es una injusticia. A su
vez se nos presenta la idea clara de cómo debía de haber sido y no fue. Pero ¿de que somos realmente conscientes en esa idea y que parte es inconsciente
en ella? ¿Porqué he de hacer caso a ese sentimiento?
Se podría hablar en sentido favorable y desfavorable del
sentimiento de injusticia, para racionalmente perdernos en discusiones vanas,
no serían más que palabras vacías, la realidad física es que nuestro cuerpo
entero se estremece.
El cuerpo no es más que un plano más de nuestra conciencia,
o una parte materializada de una mente más amplia que se conecta y confunde con
la otros seres y con este estremecimiento nos damos cuenta de que en él se refleja
algo que no es correcto, algo que no
está bien, algo que desde nuestro punto de vista debe ser cambiado.
En definitiva el sentido de la justicia no deja de ser una
pieza de un subconsciente puzle universal, que la conciencia humana a nivel colectivo e
individual debe encajar de manera consciente, para así tener la paz suficiente para
poder avanzar en su camino de evolución subconsciente.
Una vez corregido, ya nada afecta al cuerpo, ni a la
sociedad.
La pregunta que surge es ¿el subconsciente colectivo necesita paz?
